sábado, 18 de julio de 2009

FLOR DE PIÑA

UNO DE LOS PRIMEROS GRUPOS QUE ASISTIÓ A LA GUELAGUETZA OAXAQUEÑA.
AL CENTRO LA PROFESORA PAULINA SOLÍS OCAMPO, CREADORA DE LA COREOGRAFÍA "FLOR DE PIÑA"
HISTORIA DE LA COREOGRAFIA DEL BAILE
“FLOR DE PIÑA”

-TUXTEPEC OAXACA-

Corría el año de 1958, siendo gobernador del estado de Oaxaca, Oax., México, el Lic. Alfonso Pérez Gasga y presidente municipal de Tuxtepec, Oax., don Ángel Vidal Brocado.

Por el mes de mayo, llegó un acuerdo enviado a la presidencia municipal por el C. Gobernador, adjunto a este acuerdo venía una partitura titulada “FLOR DE PIÑA” cuyo autor, el músico oaxaqueño SAMUEL MONDRAGON, en dicho acuerdo se le indicaba al C. Presidente Municipal que a la partitura se le pusiera COREOGRAFIA para que en la GUELAGUETZA OAXAQUEÑA, representara a la región de Tuxtepec ( Una de las siete regiones del estado de Oaxaca ).

Este acuerdo se daba en virtud de que la región de Tuxtepec no tenía “bailable” representativo en la Guelaguetza que año con año se celebra en la capital del estado, por el mes de julio donde se dan cita las siete regiones que conforman nuestro estado de Oaxaca.

Cabe hacer la aclaración que ya en otras ocasiones anteriores a este año, habían invitado a la región de Tuxtepec a participar en la Guelaguetza, asistían a la invitación una o dos señoritas agraciadas de la localidad como embajadoras, sólo a presenciar la fiesta más no a participar, esa señoritas iban ataviadas con el traje de jarocha, cosa que no encajaba en la fiesta por que ese traje es del folklor de Veracruz y en la Guelaguetza se bailaba el folklor Oaxaqeño, pero realmente el folklor que nosotros teníamos aquí en Tuxtepec desde antaño, eran los sones jarochos, que en tarimas especiales bailaban o mejor dicho zapateaban al compás del repiqueteo de las cuerdas del arpa, la jarana y el requinto bajo los humos del licor, así bailaban nuestros abuelos por la fiesta de San Juan Bautista que es el patrón del pueblo y también por el tiempo de Navidad, esto se debió a la influencia del estado de Veracruz ya que sólo nos separan siete kilómetros hacia el norte de esta ciudad para estar en territorio Veracruzano, en otra parte como en Cozolapa sólo divide una calle límite entre Oaxaca y Veracruz, Cozoloapa es Oaxaca y del otro lado de la calle es Tezonapa que pertenece al estado de Veracruz, como se puede entender, la influencia veracruzana es bastante imperante en nuestra región.

Quien escribe este sencillo relato es la profesora Paulina Solís Ocampo, por ese entonces prestaba mis servicios docentes en la escuela primaria urbana “Francisco I. Madero”, de ésta mi pródiga y hermosa ciudad de Tuxtepec, Oaxaca. A parte del grupo que tenía a mi cargo, desempeñaba la comisión de Acción Social. El director de la mencionada escuela era el profesor Romeo Cid Gil, quien precisamente era miembro de la comuna municipal, ocupaba el puesto de Cíndico Primero, al informarle el presidente municipal que había que buscar una persona para que realizara el deseo del Sr. Gobernador, éste propuso que fuera yo esa persona, inmediatamente me mandó a llamar para que asistiera a una reunión.

Ya reunidos nos leyó el acuerdo, después de mucho comentar, sugerí que de todos los municipios que conforman la región de Tuxtepec, se tomara alguna representación, así como también que cada municipio enviara a tres o cuatro señoritas con el fin de que los huipiles fueran auténticos.

Aceptada la sugerencia por el presidente y los ahí reunidos se acordó lo siguiente: Del municipio de Valle Nacional se tomaría el Huipil y hojas de Tabaco para hacer puros y llevarlos de ofrenda a la Guelaguetza, de los municipios de Ojitlán, Usila, Jalapa de Díaz e Ixcatlán se tomarían los huipiles de gala y de diario y del municipio de Loma Bonita la internacionalmente conocida, sabrosa y fresca fruta “LA PIÑA”.

En cuanto a la sugerencia de que cada municipio enviara a tres o cuatro señoritas representantes se les hizo la invitación oficialmente pero por circunstancias especiales y la falta de medios de transporte y comunicación tenían que venir a ensayar todos los días, se hizo imposible que cada municipio enviara representantes a la Guelegietza, únicamente el municipio de Valle Nacional envió a cuatro señoritas que fueron las siguientes: Lupina Prieto Pacheco, Martha Prieto Montiel, Edelmira Prieto Montiel y Francisca Prieto Montiel, y de la localidad se enviaron a las demás señoritas que a continuación se mencionan: Carmela Ocampo Montero, Concepción Sacre Ebrahim, Luz Mariana Bravo, Silvia Valera de la Cruz, Luz María Blasi, Laura García Rodriguez, Salomé Ojeda, Eva Solís Campo, Cristina Olivera Labín, Estela Castillo Olivera, Lupe Vargas Olivera, Lupe Vargas Cisneros, Gloria Castillo, Rafaela Bravo Sobrón, Teresa Méndez Solís, María de la Paz Tenorio, Nazle Sacre Ebrahim, Yolanda Ojeda Uscanga, María Elena Mendoza, Carmen Vera González, Lucina Alvarado Hernández, Josefina González Sabino, Martha Santos, Magdalena Castillo y Guadalupe Castro Usla.

Para que se hiciera la música de la partitura “FLOR DE PIÑA” se contrato al señor Juan Silva quien era director del principal conjunto musical, la Marimba de la región llamada “LIRA TUXTEPECANA”, se le dio un tiempo para que estudiara la música de la partitura por espacio de una semana, yo por otro lado me encargue de invitar a veinte señoritas de la localidad y juntas con las de Valle Nacional nos dimos a la tarea de ensayar todos los días y poco a poco fue saliendo la coreografía y los pasos; se me ocurrió por el nombre de la partitura que cada señorita llevara en su hombro derecho una piña adornada con listones de colores y a cada piña se le adjuntaban Puros de hojas de Tabaco de Valle Nacional y esta era la ofrenda que se levaba a la Guelaguetza.

Asistimos por promera vez a la Guelaguetza en Julio de 1958, la delegación de Tuxtepec encabezada por el Sr. Presidente Municipal, veinticuatro señoritas, señoras de la comunidad y yo.

En Oaxaca no se bailó con el conjunto regional “Lira Tuxtepecana”, sino con la banda de música del estado de Oaxaca.

En los ensayos la entrada se hacía con la música de cualquier vals, por ejemplo: El Vals Olimpica; al llegar a Oaxaca se nos indicó que al entrar se tocaría la Tonalteca, después cambiaron al Jarabe Ejuteco, se tocaba hasta que las participantes daban toda la vuelta al foro y ya en el proscenio de dos en dos hacían un saludo al público estilo japonés y se deslizaban hacía el frente hasta formar una “V”, la ve de la victoria abierta hacia el público, la música dejaba de tocar y una de las señoritas hacía uso del micrófono para saludar a las autoridades gubernamentales y a los organizadores de dicha fiesta, así como también al público ofreciendo el baile y las ofrendas que se llevaban para tal fin.

Fuente de información:
FOLLETO DE ANIVERSARIO
"Región de Tuxtepec
FLOR DE PIÑA
30 AÑOS (1958 – 1988)"
AUTORA: PROFRA. PAULINA SOLIS OCAMPO
(CREADORA DE LA COREOGRAFIA)

jueves, 2 de julio de 2009

DANZA DE TECUANIS

DANZA DE TECUANIS
Piaxtla, Puebla.

Esta danza se ejecuta en la región que comprende los estados de Morelos, Guerrero, Oaxaca y Puebla. Aunque en esta zona habitaron Mixtecos, Toltecas, Xicalancas, Nahoas y Tlahuicas; a estos últimos se les adjudica la creación de la Danza de Tecuanis.

Los Tlahuicas formaban parte de las tribus nahuatlacas que vinieron del Norte del Continente Americano, fue la última en llegar; por consiguiente hablaban lengua náhuatl.

La palabra Tecuan o Tecuani significa fiera que come, puede ser loba, jaguar y ocelote. La danza representa, propiamente, la cacería de este animal que destruía sembradíos y mataba los animales de los lugareños.

Actualmente esta danza se baila en Axochiapan Morelos, en la Región de Tixtla, Guerrero y en los Municipios de Acatlán de Osorio, Ahuehuetitla, Chinantla y Piaxtla, Puebla; con un estilo muy particular en cada uno de los lugares.

El municipio de Piaxtla, de donde es la versión que presentamos, se localiza en la parte Sur del Edo. de Puebla, en la Región de la Mixteca. La danza, aún no teniendo carácter religioso, se presenta en las fiestas de la Santa Cruz y de San Isidro, dos y tres; catorce y quince de mayo, respectivamente; en el Barrio de Zaragoza.

El dos de mayo se baila en el Cerro de la Cruz: en la mañana y al medio día, cuando se va a dar “Alba”. También participa la Banda de Música, suenan las campanas de la iglesia y truenan cohetes; por la tarde se baila en casa del Mayordomo y posteriormente en la procesión que lleva las ceras, las flores y la Santa Cruz a la iglesia. El día tres bailan la danza en el atrio de la iglesia, después de misa.

El día catorce se festeja la víspera de San Isidro, entonces se baila la Danza de Tecuanis, en la mañana y al medio día, en el atrio de la iglesia; por la tarde se acompaña a la procesión que lleva flores y ceras a la iglesia. El día quince, por la mañana, se lleva en procesión a San Isidro a la casa del Mayordomo y por la tarde, después de la bendición, se regresa a la iglesia.

En ocasiones la danza es invitada por los otros barrios del mismo municipio.

Se sabe, por las personas de mayor edad, que la danza representa la cacería del tecuani o fiera que tanto perjudicaba a los pobladores. Un día, cuentan, que dos viejos o huehues reunieron a los vecinos y planearon la cacería del animal; algunos se disfrazaron de tecuani para poder acercarse a la fiera, otros de conejos y los demás de iguanas o de cualquier otro animal. Cuando era atrapado vivo el tecuani lo domesticaban para jugar con él. Cada uno de los sones tiene movimientos inspirados en estas vivencias.

La Danza de Tecuanis se divide en dos partes: la formal o seria y lo chusco. En la formal o seria se ejecutan sones como: la entrada, los huehues, el corral, los hombros, la rodilla, el cruzado, las rodillas, la espalda, el zapateado o seguidito y el doble corral; en lo chusco o burlesco, los sones: la iguana, el toro, el panadero, el conejo, la liebre, la cucaracha y la salida. Cuando se baila en procesión se ejecutan los sones: al centro, la carrera y la cadena.

El vestuario del tecuani consiste en una máscara de loba, jaguar u ocelote, y un traje de una sola pieza con características propias del animal; calza huaraches. Su función es jugar con niños y jóvenes; en ocasiones los revuelca en los hormigueros.

Los danzantes de la cuadrilla visten calzón y cotón de manta, calzan huaraches, cubren la cara con una máscara y su cabeza con un sombrero de palma de ala ancha con la copa prolongada en forma de cuerno, de la cual penden tiras de papel china o crepé y en ocasiones también listones, llevan un paliacate rojo al frente a la altura de la cintura. Los dos danzantes que van al frente de las filas se llaman huehues o viejos y son los únicos que llevan una vara o bastón para golpear al que se equivoque.

La música es ejecutada por un solo músico con una flauta de carrizo de tres orificios y un tambor de doble parche, éste hecho de quiote y piel de chivo.

Los pasos de la danza son pisadas fuertes con caminados, giros, saltos con vueltas y vueltas agachados.

La coreografía consiste en bailar al “centro”, en línea y avanzar un lugar, hasta llegar al otro extremo de la fila.

La colocación de los danzantes (pueden ser doce o más, pero siempre números pares ), para ejecutar los pasos y la coreografía.

En el son de la entrada avanzan en dos hileras y regresan tomando con referencia cada parte del son (ver figura).

En el son de los huehues. Primero baila un huhue con todos los danzantes y posteriormente el otro.

En el son del corral. Se baila en cuadrilla con cambio de lugar, después de que se realiza este desplazamiento, se avanza un lugar.

El son zapateado o seguidito. Se baila al centro, en línea y se avanza un lugar.

Esta recopilación fue proporcionada a la Asociación Nacional de Maestros de Danza Popular Mexicana A. C. por el Maestro Bertoldo Hilario Vázquez Reyes, músico y maestro tradicional de la danza de tecuanis de de Piaxtla, Puebla.